miércoles, 17 de septiembre de 2008

Queman 1,400 hectáreas de totorales del Titicaca

Advierten que cenizas de siniestros llegan a la ciudad y afectan a pobladores y turistas. Forman equipo multisectorial para minimizar el impacto de incendios en las islas flotantes.
La quema indiscriminada de totorales en la Reserva Nacional del Lago Titicaca ha rebasado este año todo pronóstico, poniendo en riesgo la diversidad de especies que alberga la zona. David Araníbar Huaquisto, jefe de la referida institución, reveló que, en lo que va del año, el fuego ha arrasado una 400 hectáreas de totorales de la zona protegida y al menos 1,000 hectáreas del área colindante al lago, cuando lo normal en esta época era que se quemaran solo entre 150 y 200 hectáreas.
“La situación es preocupante. En estos días se puede observar en el cielo entre tres y cuatro manchas negras al día, lo que significa que hay totorales que están siendo quemados. Lo peor del caso es que los siniestros ocurren en zonas de difícil acceso, donde no podemos llegar porque el nivel del lago está muy bajo y hace imposible la navegación, así que solo nos queda observar y determinar el impacto”, manifestó Araníbar a Perú.21.
El especialista precisó que los campesinos suelen quemar la totora para renovar la planta. Sin embargo, señaló que, en las actuales condiciones climáticas, la totora está más seca que de costumbre por la ausencia de lluvias y por las heladas que se registran en las primeras horas de la mañana.
“Antes, la temperatura en este lugar oscilaba entre 0 y 19 grados, pero ahora fluctúa entre 3 grados bajo cero y hasta 22 grados en la tarde. La totora no se adapta a esta brecha tan grande de temperaturas y, por el frío y el sol, se seca más rápidamente, así que los pobladores optan por quemarla con la finalidad de renovarla”, detalló.
GRAVES EFECTOS. El jefe de la reserva del Titicaca indicó que las cenizas de los incendios afectan la salud de la población y el turismo, pues los extranjeros que visitan Puno y observan las humaredas negras que oscurecen el cielo se llevan una mala impresión del lago Titicaca, que está postulando a ser elegido entre las siete maravillas naturales del mundo.
Asimismo, explicó que el resecamiento de la totora perjudica la producción ganadera porque la planta es usada como alimento para el ganado y, por tanto, la falta de la misma incide en la baja productividad de la leche y de la carne que abastece los mercados de Cusco, Moquegua y Tacna.
Frente a esa situación, la Reserva Nacional del Titicaca formó una comisión multisectorial que verificará el estado en que se encuentran los totorales y pondrá en marcha medidas para evitar la quema indiscriminada. Araníbar sostuvo que dicha comisión fomentará la quema planificada y controlada, sin afectar las especies naturales, y añadió que quienes incendien totorales sin autorización serán denunciados penalmente.
Además, reveló que se trabaja en un proyecto para industrializar la harina de totora y emplearla como alimento de truchas y cerdos.
Perú.21, 17/09/2008

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